Supervisión de la compleja relación entre aplicaciones y servidores

Las agencias están “acumulando” en aplicaciones, lo que lleva a un mayor ahorro de tiempo y costos. Pero las pilas crecientes pueden ser difíciles de administrar y optimizar, y el monitoreo de aplicaciones y servidores puede convertirse en un dolor de cabeza.

Esto es particularmente cierto en entornos de nube y TI híbridos. Según una reciente encuesta federal de TI de SolarWinds, casi la mitad de los profesionales de TI sienten que sus entornos no funcionan a niveles óptimos.

Cuanto más compleja sea la pila de aplicaciones, más servidores se requieren, y más desafiante puede ser descubrir problemas a medida que surgen. Estos problemas pueden ir desde lo mundano (una aplicación que no funciona como debería) hasta lo alarmante (una posible filtración de datos).

Cuando los correos electrónicos no se entregan o la red funciona con una lentitud extrema, puede ser difícil determinar el origen del problema. ¿Es una aplicación o un servidor? Identificar la causa requiere poder visualizar la relación entre los dos.

Para hacer esto, los administradores deben llevar el monitoreo de las redes a un nuevo nivel. Necesitan conocimientos y análisis visuales más profundos que los que proporciona la supervisión de red tradicional.

Un análisis profundo del monitoreo de aplicaciones y servidores puede mejorar los tiempos de respuesta, optimizar el rendimiento de la red y brindar una experiencia de usuario eficiente y sin problemas.

Echemos un vistazo a cómo los profesionales de TI pueden controlar mejor el rendimiento de su pila de aplicaciones.

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La relación entre aplicaciones y servidores

Hasta hace poco, la gestión de aplicaciones era un asunto bastante sencillo. Las aplicaciones se relegaron principalmente a mainframes o PC con almacenamiento local.

Cuando algo salió mal, el daño fue limitado y los administradores sabían exactamente dónde buscar para solucionar el problema.

Ahora, las aplicaciones y los servidores están estrechamente entrelazados y pueden abarcar varios centros de datos, ubicaciones remotas y la nube.

Los entornos virtualizados actuales hacen que sea más difícil discernir si el error es culpa de la aplicación o del servidor, ya que uno afecta al otro.

En esta compleja infraestructura, los administradores deben poder correlacionar los procesos de comunicación entre aplicaciones y servidores y profundizar el monitoreo de aplicaciones.

Esencialmente, los administradores deben poder comprender lo que las aplicaciones y los servidores se “dicen” entre sí y monitorear las actividades que tienen lugar entre los dos.

Esta comprensión detallada puede ayudar a los administradores a identificar rápidamente la causa de las fallas para que puedan responder rápidamente.

Los administradores deben poder monitorear los procesos donde sea que tengan lugar, en las instalaciones o en la nube.

A medida que más agencias adopten infraestructuras de TI híbridas, será imperativo vigilar de cerca las aplicaciones internas y alojadas desde un solo panel.

Los administradores necesitan una vista completa de sus aplicaciones y servidores, independientemente de la ubicación, si quieren identificar y responder rápidamente a los problemas.

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Un nivel de detalle más profundo en el monitoreo de aplicaciones

El monitoreo tradicional es excelente para detectar ralentizaciones de la red, problemas de ancho de banda y otras anomalías.

Pero las complejas relaciones actuales entre aplicaciones y servidores requieren un nivel de detalle aún más profundo.

Piense en la supervisión tradicional como una descripción general amplia de las operaciones y la funcionalidad de la red.

Es como una radiografía que toma una vista de gran angular de una sección completa del cuerpo de una persona, brindando información que puede ser invaluable para detectar problemas.

El monitoreo de aplicaciones y servidores se parece más a una tomografía computarizada que se enfoca en un lugar en particular e ilumina problemas que de otra manera serían indetectables.

Los administradores pueden recopilar datos sobre el rendimiento de la aplicación, el servidor y visualizar conexiones de aplicaciones específicas.

El conocimiento adquirido con esta visión clara puede ayudar a los administradores a identificar rápidamente los problemas relacionados con la pérdida de paquetes, la latencia y más.

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Los beneficios de una visibilidad de aplicaciones

Una mayor visibilidad permite a los administradores identificar el origen de los problemas y responder más rápido.

Esto puede ahorrar tiempo y dolores de cabeza, liberando tiempo para trabajar en tareas más críticas que pueden hacer avanzar a sus agencias.

Obtener una comprensión más profunda y detallada de las interdependencias entre las aplicaciones y los servidores, así como el rendimiento general de las aplicaciones, también puede ayudar a abordar los problemas de optimización de la red.

Ver dónde radica el problema sin tener que buscar entre la espesura de una pila de aplicaciones demasiado grande o una cantidad de servidores puede permitir a los profesionales de TI mantener sus redes funcionando sin problemas y con una interrupción mínima. 

Menos tiempo de inactividad significa una mejor experiencia de usuario y menos llamadas a TI: un beneficio para todos.

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La creciente complejidad requiere una evolución en el seguimiento

La complejidad de tecnologías de la información seguirá creciendo. Las pilas de aplicaciones serán más altas y se agregarán más servidores.

Las prácticas de monitoreo de redes deben evolucionar para mantenerse al día con esta complejidad.

Una red más compleja requiere un enfoque de monitoreo más profundo y detallado que permita a los administradores observar muy de cerca el estado de sus aplicaciones y servidores. Si pueden obtener esta perspectiva, podrán optimizar con éxito incluso las arquitecturas de red más complejas.